Ahí estás… Por fin te halle. Tu presencia me huele a primavera.

Ondula tu figura en mi recuerdo.
Déjame llegar hasta esa tarde,
en que tu mirada me propuso amarte.
Pura, fresca, frágil,
no pude hablar y te alejo la tarde.
Duele imaginarte,
pues tu silencio me grito…cobarde ¡!!
Cuando la recuerdo,
me angustia el tiempo que paso tras ello.
Como no evocarla,
si mi silencio, me privo de amarla.
Cuando yo la encuentre,
quererla en silencio no será prudente.
Le diré al oído,
lo que con su ausencia jamás he podido.
Besare sus labios
sellando la muerte de ese cruel calvario.
Que por mi silencio,
su mirada tierna se perdió en el tiempo.
Rompiéndome el pecho.

Categories:   Poema de Amor

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