Cargadita de sueños

No he de callarme su nombre
porque su nombre es decencia
tiene las manos curtidas
de soles, viento y miseria…
Cuando le alcanza pal’ hambre
sembrando su propia tierra
no ha de pedirte nadita
por más que vos se lo ofrezcas.
Sabe arreglárselas sola
con sus llamas y su huerta…
Anda la chola trepando
con su ilusión detrás de ella
Siempre las dos andan juntas,
y delante su carreta…
Cargada de sueños blancos
como las nieves eternas…